Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1872 (2ª) (Cortes de 1872)
Sesión: 20 de mayo de 1872
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Respuesta al Sr. Alonso Grimaldi
Número y páginas del Diario de Sesiones: 21, 409
Tema: Destitución de ayuntamientos radicales en la provincia de Cuenca y concentración de la guardia civil en Tarancón

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Debo empezar por declarar que ni el Gobierno ni el Ministro de la Gobernación conocen Ayuntamientos radicales ni de ningun otro color político, sino Ayuntamientos que cumplen con la ley y Ayuntamientos que no cumplen con ella. En este sentido, el Gobierno no ha tomado disposición alguna, ni con los que S. S. llama radicales, ni con ningunos otros: lo que ha hecho ha sido, habiendo en armas un partido que explota en su favor todo lo que tiene de oficial, disponer que los Ayuntamientos que puedan ayudar a la insurrección sean disueltos como elementos de sublevación, pero nada más.

Respecto a la concentración de la Guardia civil en Tarancón, no tengo noticia de ella; será una medida de precaución, porque ya sabe S. S. que ha habido en Cuenca partidas carlistas. Y si en Tarancón ni en sus inmediaciones no se van a levantar, me alegro de tener un Diputado liberal que pueda dar esas seguridades. Si el Gobierno lo hubiera sabido, esas fuerzas en vez de ir allí hubieran ido a otra parte donde pudieran hacer falta.

(Habla el Sr. Alonso Grimaldi.)

 El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): La protesta que acaban de recibir las últimas palabras del Sr. Alonso Grimaldi es lo bastante para que yo no tenga que añadir una palabra más. Si S. S. quiere interpretar mal las palabras del Gobierno, tanto peor para S. S.; le compadezco. Yo no he dicho sino que me alegraba de que S. S. supiera no se iban a levantar los carlistas en Tarancón, porque eso ha dicho S. S., y esto no daba seguramente motivo al Sr. Alonso Grimaldi para que hubiera pronunciado palabras impropias de S. S. e indignas de este lugar.

He dicho también que no reconociendo Ayuntamientos de ningun color político, el Gobierno ha tomado disposiciones contra Ayuntamientos carlistas, porque habiendo Ayuntamientos que cumplen con la ley y Ayuntamientos que no cumplen con ella, el Gobierno, al ver que algunas de esas corporaciones favorecían a los carlistas, ha supuesto que lo eran ellos. El Gobierno ha mandado destituir a los Ayuntamientos que, faltando a su deber, no le daban noticias del movimiento de los carlistas, porque los alcaldes tienen dos caracteres: el de presidente de la corporación municipal, y el de delegado del Gobierno donde éste no tiene otro, y con este segundo carácter el alcalde está en el deber de dar al Gobierno cuenta de todo aquello que le conviene saber. Y cuando hay Ayuntamientos que no dan cuenta al Gobierno de los movimientos de los carlistas, y dan cuenta a los carlistas del movimiento de las tropas y les dan todo lo que necesitan, y ponen obstáculos a la marcha de los que salen a perseguirlos, ya sean tropas, ya sean voluntarios de la libertad, tengo el derecho de creer que esos Ayuntamientos son carlistas, que son Ayuntamientos en sublevación, y a esos he dicho que se les destituya, porque he debido hacerlo, porque no hubiera cumplido con mi deber de otra manera.



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